La categoría llegó a ser tan popular que incluso se puso en marcha, a mediados de los años ochenta, un Campeonato del Mundo. Para entonces, la reglamentación (muy permisiva hasta los años setenta) había evolucionado y ya sólo existían dos categorías: grupo N (serie) y grupo A (preparados), certamen que incluyó la participación de marcas como Jaguar o Rover, además de BMW.
Los costes acabaron de raíz con las competiciones internacionales de turismos, y cada país buscó su alternativa. Las 24 Horas de Spa inventaron el grupo uno y medio, coches algo más preparados de los de serie, pero sin llegar a los coches internacionales. Dos vías acabaron imponiéndose, la alemana y la británica.
Salvo a mediados de la década de 1990, en los que la reglamentación fue idéntica, los alemanes prefirieron coches mucho más rápidos, potentes y evolucionados, en aras de los intereses de sus marcas, mientras que los británicos, así como la mayor partir de Europa, apostaron por la estabilidad de la llamada División II (berlinas de cuatro puertas con motor de hasta dos litros).
A principios del siglo XXI, la FIA buscaba un consenso. Carreras en circuito para turismos pero con amplias concesiones de preparación, inspiradas en los WRC del Mundial de Rallies, en cuento a formas de carrocerías o suspensiones, con motores de dos litros atmosféricos, limitados en régimen de revoluciones.
El objetivo era poder volver a crear una categoría verdaderamente internacional. Con ello se pretendía fusionar los diferentes campeonatos nacionales y unificarlos en un nuevo certamen comercial.
En los años 90s, la categoría siluetas, destinada al Mundial de resistencia como alternativa a los coches de sport, fue una deformación de las competiciones de turismos. Los siluetas tenían una amplia permisividad reglamentaria, hasta el punto que prácticamente tenían que respetar sólo la forma conceptual de la carrocería, con los motores más potentes de que dispusiera la marca.
La facilidad de homologación hizo que algunas firmas inventaran los supercars, homologados a la unidad para cumplir el reglamento. De hecho, auténticos coches de sport para una carrocería que tenía cierta relación con algún modelo de la marca.
Los alemanes eran los más firmes defensores y muy pronto la adaptaron para su campeonato de turismos, aunque cualquier parecido entre estos coches y los comercializados fuera simple coincidencia.
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Originally posted 2010-12-04 23:54:01.